La lucha contra la explotación laboral infantil es primordial en Agua de Coco. Desde el primer día, hace 25 años, esta problemática social omnipresente en Camboya y en Madagascar ha sido una motivo de indignación y en el motor que nos permite sacar la fuerza para involucrarnos cada día más.
De hecho, una gran mayoría de nuestros proyectos y actividades están concebidos con la erradicación del trabajo infantil como meta, porque conocemos las consecuencias del trabajo infantil sobre la salud, la dignidad, el derecho al juego y al ocio, y sobre las posibilidades de un futuro seguro y satisfactorio para los niños y las niñas que lo sufren.
Por eso nos centramos en zonas con altas tasas de trabajo infantil como es el caso de la Escuela de los Zafiros y de la Escuela de las Salinas, conscientes de que será a través de la educación, de la sensibilización y del apoyo concreto a las familias como podremos mejorar poquito a poco la vida de aquellos colectivos más vulnerables.
El Día Internacional contra el Trabajo Infantil se celebra por parte de las Naciones Unidas cada 12 de junio desde 2002. Es una ocasión para concienciar acerca de la magnitud de este problema y de aunar esfuerzos para erradicar esta realidad. Una ocasión también para fomentar, apoyar y reconocer los esfuerzos e iniciativas de diferentes actores, entre las cuales nos encontramos las ONG (Organizaciones No Gubernamentales).
Esta lucha forma parte de un conjunto de metas. Alcanzar el objetivo de “acabar con el trabajo infantil” para 2025 tal y como lo plantea la ONU, se construye junto con la lucha para mejorar todas condiciones de trabajo tanto en Europa como en los países del Sur. Es decir: mejorar la prevención en materia de seguridad y de salud en el trabajo, con jornadas dignas y sueldos mínimos, luchar contra el trabajo forzoso o poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de seres humanos.
Y esto pasa en gran parte por la sensibilización acerca del comercio justo en Europa y por tener una actitud vigilante con la procedencia de los productos y de las condiciones en las que están fabricados. Es decir, ser conscientes de la importancia del respeto de los derechos humanos en cada acto de consumo. Esta sensibilización la llevamos a cabo con las clases que participan a los proyectos de hermanamiento NAMANA, y también con nuestra tienda solidaria.
Una cosa es cierta: esta lucha es una lucha de cada día en Agua de Coco. Y la seguiremos con esperanza y energía hasta poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.