Justin Naivoson hoy tiene 22 años y trabaja en el departamento de seguimiento y evaluación de proyectos de la ONG Bel Avenir, contraparte única de Agua de Coco en Madagascar, pero el vínculo de Justin con la ong Bel Avenir viene de lejos.
En el año 2016 Justin se ve obligado a abandonar los estudios en una escuela pública de Tulear, debido a que sus padres no podían hacer frente al pago de la cuota de la matrícula. Fue en ese momento cuando decidió unirse a un equipo de rugby local, y sus compañeros, al conocer su situación le hablan de un colegio que recibe a estudiantes en su situación y les apoya a seguir con sus estudios y con sus sueños. Esta escuela, es la Escuela de las Salinas, uno de los centros educativos de la ong Bel Avenir. Justin no lo dudó, y fue rápidamente a inscribirse a la Escuela de las Salinas, una escuela creada en 2003 para luchar contra la explotación laboral infantil.
Además del programa educativo, los alumnos y alumnas de la Escuela de Las Salinas se benefician del proyecto de lucha contra la malnutrición a través del comedor escolar del centro, donde reciben una comida al día con un complemento alimenticio de alto valor nutricional como la moringa y se benefician de un seguimiento nutricional. Además, los alumnos participan en talleres de sensibilización sobre higiene y salud reproductiva, en actividades en torno al proyecto de hermanamiento escolar de Namana y en salidas educativas y campamentos de verano en los Centros de Educación Ambiental de Mangily.
“Me siento realizado en mi trabajo y agradecido con Bel Avenir. Con el dinero que gano, puedo ayudar a mis padres y ahorrar para mis estudios, entre mis planes está sacar la licenciatura de contabilidad»
Justin destacó en el centro por su implicación en los estudios, por lo que no tardó en obtener el título de bachillerato y esto le abrió las puertas al centro de formación profesional de las Salinas donde ha podido formarse como administrativo. Pero su afán por seguir estudiando no quedó ahí, entre sus planes está realizar estudios de economía en la universidad. Este plan se ha visto pospuesto por la situación de la pandemia, pero mientras que esperaba a que llegue el momento de comenzar sus estudios universitarios, se ofreció para realizar unas prácticas de tres meses en Bel Avenir, tras esas prácticas la ONG decidió contratarle para el puesto que desempeña hoy en día como asistente técnico en el departamento de evaluación y seguimiento de proyectos. “Me siento realizado en mi trabajo y agradecido con Bel Avenir. Con el dinero que gano, puedo ayudar a mis padres y ahorrar para mis estudios, entre mis planes está sacar la licenciatura de contabilidad», confiesa.
La Escuela de las Salinas es un proyecto financiado gracias al apoyo de la Fundación F. Campo, Fundación Telefónica y al Ayuntamiento de Villa de Teror.