Fotografía de Benito Pajares
El próximo sábado 12 de junio se celebra el Día Internacional Contra el Trabajo Infantil y desde Agua de Coco queremos aprovechar este día para alzar la voz por los millones de niños y niñas que ven sacrificada su infancia por dedicarse a actividades productivas.
Se estima en 152 millones los niños y niñas en el mundo se encuentran en situación de trabajo infantil de los 73 millones se dedican a actividades peligrosas o trabajos forzados. En todas partes del mundo y en todas las sociedades se da la situación de que menores de edad aportan a la economía familiar por medio de su trabajo, sin embargo, trabajo infantil se considera toda actividad que perjudica el desarrollo físico, psíquico, social o educativo de los menores.
Como consecuencia de la crisis socioeconómica provocada por el COVID-19 la cifra de menores que se han visto obligados a dedicarse a una actividad productiva ha aumentado considerablemente en el último año. Algunas de las razones que ha provocado este retroceso ha sido el cierre de centros educativos durante los periodos de confinamiento o la reducción de ingresos económicos en el seno de la familia.
Madagascar, la minería es cosa de niños
En el caso concreto de Madagascar, el número de menores dedicado a actividades productivas y en concreto a la minería es alarmante. Según datos de UNICEF, se estima que 5,7 millones de niños y niñas trabajan y de estos 230.400 se dedican a la minería, concretamente a la extracción, y clasificación de oro, piedras preciosas y otros minerales de gran valor comercial como la mica.
Consecuencias del trabajo infantil
El trabajo infantil conlleva enormes consecuencias en los menores. Atendiendo a su desarrollo cognitivo, se les obliga a madurar prematuramente, apartándoles de otras actividades esenciales en su desarrollo como es el juego o el estudio. También provoca consecuencias físicas, ya que el cuerpo de los menores aún no cuenta con el nivel de desarrollo suficiente para realizar determinadas tareas como la carga excesiva de peso, la ejecución de movimientos repetitivos o la inhalación de sustancias perjudiciales para su sistema respiratorio. Pero además existen importantes consecuencias a nivel social, cuando el menor se ve obligado a abandonar la escuela interrumpe su desarrollo y cierra las posibilidades de conseguir un trabajo de mejor calidad con el que poder salir adelante junto a su familia y su comunidad.
Y desde Agua de Coco ¿Cómo contribuimos a poner fin al trabajo infantil?
En Agua de Coco somos conscientes de este problema por ello nuestros centros educativos se encuentran en zonas de especial riesgo de trabajo infantil, junto a unas minas de zafiros y junto a unas salinas. Asegurando la escolarización de los menores con mayor riesgo de explotación infantil en nuestras escuelas y en otras escuelas de la región no solo abrimos la posibilidad de un futuro digno para nuestros y nuestras estudiantes, sino que mejoramos el presente de ellos y de su familia. Todos los estudiantes de nuestras escuelas se benefician de al menos una comida diaria rica en nutrientes que ayudan a su desarrollo físico y cognitivo al mismo tiempo que aminora la presión en la economía familiar.
Menores, víctimas de la pandemia
Como consecuencia de la pandemia y el cierre de los centros educativos de Madagascar, detectamos como los hijos e hijas de las familias más afectadas por la crisis económica volvieron al trabajo en actividades productivas o acabaron siendo víctimas de explotación sexual. Para dar respuesta a este repunte, en mayo de 2020 nos unimos a otras 11 entidades de la sociedad civil de la región de Tulear (Madagascar) para abrir la Plataforma de Protección a la Infancia de Tulear. Esta plataforma tiene el objetivo de promover y sensibilizar a la ciudadanía sobre los derechos de la infancia, así como atender y acompañar a las víctimas y sus familias en casos de malos tratos. Desde su creación se han abierto 91 dossiers y se han atendido 300 víctimas de maltrato. De estos casos se han acogido en los proyectos de Agua de Coco Madagascar a 78 niños y niñas, 23 niñas en la Residencia de Adolescentes y 55 en los Centros de Educación Nutricional, además se ha ofrecido asistencia sanitaria a 11 de ellos.
En nuestra campaña Protejiendo sus Derechos, cambiamos la Trama queremos apoyar a la Plataforma de Protección de la Infancia para que pueda seguir atendiendo a los menores víctimas de malos tratos, explotación y abusos físicos y sexuales y ofreciéndoles la atención que necesitan.
Conoce la campaña ProTejiendo sus Derechos