El Tchoukball, inventado en la década de 1970, es un deporte de equipo único que promueve la cooperación y limita el riesgo de lesiones. Inspirado en diversas disciplinas, se distingue por sus reglas inclusivas y no violentas. El principio es simple: se ganan puntos lanzando la pelota a un trampolín llamado «tchouk», de modo que rebote y toque el suelo fuera del área restringida. Equipos de siete jugadores deben combinar pases y tiros sin interceptar la pelota del equipo contrario, reduciendo así el contacto físico. Este deporte enfatiza la velocidad, la coordinación y, sobre todo, el respeto al oponente.
En la Escuela Sociodeportiva Bel Avenir de Ankalika, el Tchoukball se ha convertido en una herramienta de educación e inclusión. Los jóvenes de nuestro equipo TCHOUK’BEL AVENIR aprenden cooperación, responsabilidad y la alegría de jugar juntos. Más allá del campo, desarrollan un comportamiento no violento y habilidades sociales esenciales para su vida diaria. Esta disciplina, elegida por la ONG por su carácter único y no violento, ofrece a los beneficiarios un espacio de expresión, solidaridad y crecimiento. En un contexto donde muchos de ellos se enfrentan a realidades difíciles, el Tchoukball se convierte en una auténtica herramienta de educación cívica. Del 21 al 28 de octubre, el equipo TCHOUK’BEL AVENIR participará en un torneo en la Isla Reunión.


Este proyecto pretende sentar las bases de la primera federación nacional de Tchoukball en Madagascar y demostrar que nuestros jóvenes son capaces de competir a nivel internacional. Los equipos mixtos, compuestos por chicos y chicas de entre 17 y 25 años, defenderán los valores de inclusión y cooperación inherentes a este deporte.
Agradecemos a todos nuestros colaboradores y en concreto a los voluntarios y voluntarias de Isla de la Reunión quienes apostaron porel Tchoukball convirtiéndolo en mucho más que un deporte: una herramienta de transformación social para la juventud malgache.