El contexto de las zonas más empobrecidas del sur de Madagascar es un contexto difícil para la mayoría de sus habitantes, clima árido, escasez de alimentos, falta de empleo estable y seguro; pero aún es más complicado para la infancia.

 

Desde que un niño o niña nace en Madagascar son muchos los peligros a los que está expuesto, desde problemas de malnutrición heredado del déficit de alimenticio de su madre, problemas de salud derivados de la malnutrición, de la falta de higiene o de las malas condiciones de habitabilidad en las que vive… tras superar los primeros años de vida las condiciones de vida definirán las ventajas o desventajas de las que partirán para definir su futuro.

 

 

 

Siete dimensiones de la pobreza en la infancia

Según un estudio publicado por UNICEF Madagascar en mayo de 2020  y realizado junto al Instituto Nacional de Estadísticas de Madagascar las múltiples privaciones que definen la vida de los menores en Madagascar nos dan una imagen real de la situación de pobreza en la infancia de Madagascar más allá del aspecto puramente monetario.

 

Este estudio tiene en cuenta 7 aspectos esenciales para el bienestar de un menor; hogar, higiene, agua, protección, desarrollo de aspectos propios de la infancia, salud y nutrición. Teniendo en cuenta estas dimensiones de la pobreza, el estudio nos muestra que dos tercios de los menores de Madagascar padecen pobreza en al menos dos de estas 7 dimensiones y un 23,7 de los menores están privados de cuatro o más de estas dimensiones.  Si atendemos a las regiones del sur esta cifra se acentúa más, en la región de Tulear, en la que trabaja Agua de Coco entre el 88,4% y el 88,6% de los menores están privados de dos de estos aspectos esenciales y entre el 38, 1% y el 49,3% de los menores están privados de 4 o más de estos aspectos básicos.

 

 

Y ¿Qué quieren decir todos estos datos?

Estos datos nos hablan de como afronta un menor malgaches sus primeros años de vida, comenzando por la carencia de necesidades tan básicas como la alimentación o la salud como ya comentábamos al comienzo de esta entrada, donde el 94,1% de los menores de 1 año de la región de Tulear carecen de una alimentación variada y equilibrada y el 70% no cuentan con las vacunas necesarias para su edad. Este déficit nutricional y sanitario en etapas tan tempranas acaba afectando al desarrollo físico y cognitivo del menor que le acompañará para el resto de su vida.

 

Pero además de la salud, la higiene y la nutrición; para que el menor cuente con un nivel de bienestar óptimo que le permita vivir una infancia segura y alejada de la pobreza se requieren muchas otras cosas, como por ejemplo, tener la posibilidad de estudiar o de desarrollar actividades propias de su edad, como jugar o interactuar con otro niños y niñas. Pero esto no es tan sencillo, en la región de Tulear el 55% de los niños y niñas de entre 5 y 6 años no están escolarizados, la falta de ingresos en el seno de la familia obliga a que los menores dediquen gran parte de su tiempo a trabajar en el hogar (sobre todo en el caso de las niñas), a la mendicidad, a trabajar en oficios como la minería o caigan en redes de explotación sexual. Según el informa el 47% de los menores de Tulear de entre 5 y 14 años sufren explotación laboral.

 

Por último, otro aspecto necesario para el buen desarrollo físico y cognitivo del menor es el cuidado con respeto y cariño por parte de sus progenitores. En este sentido, las tensiones familiares por la falta de recursos, la carencia de figuras de referencia o la posición que ocupan los menores en la sociedad malgache hacen que en muchos casos el menor no se sienta protegido dentro del seno de la familia. Los malos tratos hacia el menor y los abusos de poder conviven con la realidad diaria de las familias.

 

 

En este contexto es en el que trabaja Agua de Coco con el firme propósito de devolverles las oportunidades que los y las menores de Madagascar no han podido tener en sus vidas. Ofreciéndoles una seguridad nutricional a través de los comedores escolares o los centros de educación nutricional, dándoles la oportunidad de estudiar y desarrollarse profesionalmente en nuestras escuelas y centros de Formación Profesional y facilitándoles la realización de actividades de ocio seguro y saludables en nuestro centro deportivo y Centro de Acogida Socioeducativa y Musical.