Noticia actualizada el 6 de octubre de 2025
El presidente de Madagascar disuelve el Gobierno tras semanas de protestas por la falta de agua y luz
El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, anunció el pasado 29 de diciembre la disolución del gobierno después de varias semanas de intensas protestas en la capital y en otras ciudades del país. Las manifestaciones, motivadas por los constantes cortes de agua y electricidad, han dejado al menos 22 personas muertas y un centenar de heridos, según fuentes oficiales.
Para frenar la expansión de las protestas, el Ejecutivo decretó un toque de queda a partir de las 19:00 horas en todo el territorio nacional, y ha obligado al cierre de escuelas y comercios durante varios días.
¿Qué ha desencadenado esta ola de protestas?
Gran parte de las manifestaciones han estado lideradas por jóvenes que reclaman el acceso constante a servicios básicos como agua potable y suministro eléctrico. En Antananarivo, la capital, los cortes de luz pueden prolongarse durante hasta 12 horas continuadas, mientras que el acceso al agua está restringido a unas pocas horas al día en varias regiones del país.
¿A qué se deben estos constantes cortes de luz y agua?
La crisis en los servicios básicos se debe a una combinación de factores:
- Sequías prolongadas, que han vaciado las presas.
- Dependencia de hidroeléctricas con escasez de agua.
- Falta de combustible para las centrales térmicas.
- Infraestructura deteriorada y sin mantenimiento.
- Problemas financieros y de gestión en la empresa estatal JIRAMA, responsable del agua y la electricidad.
El presidente Rajoelina ha iniciado la búsqueda de un nuevo primer ministro con la expectativa de calmar el clima social y encauzar una salida política a la crisis.
Continúa la crisis política
Recientemente, las manifestaciones han dado un nuevo giro, muchos manifestantes exigen la dimisión del presidente Andry Rajoelina.
En respuesta, el presidente declaró que no dimitiría, alegando el bien del país y el deseo de evitar sanciones internacionales.
Hoy, las manifestaciones continúan, pero la población se divide en dos bandos:
- Por un lado, quienes exigen la dimisión del presidente.
- Por otro, quienes se oponen a las manifestaciones y exigen que el jefe de Estado continúe su labor para restablecer la estabilidad en el país.



