¿Cómo es posible que dar vida siga generando tanta muerte?
El 22 de febrero de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su último informe sobre mortalidad materna. Este clama que “la mortalidad materna es inaceptablemente alta. Cada día mueren en todo el mundo unas 830 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto1”. ¿Cómo es posible que dar vida siga generando tanta muerte? ¿Es posible evitarlo o reducirlo? En España —con todos los medios técnicos, humanos e higiénicos, entre el 2000 y 2020— murieron 12 mujeres por esta causa; en Madagascar, solo en 2017, murieron 2800.
En este país surafricano, muchas comunidades carecen de acceso a servicios médicos especializados. De hecho, se calcula que hay una matrona con formación por cada 7000 personas2. Así, menos de la mitad de los partos son atendidos por profesionales de la salud y más del 60% de estos tienen lugar en casa. El resto de alumbramientos suelen ser atendidos en tiendas del UNFPA u otros organismos internacionales: muchos hospitales han sido destruidos tras el paso de ciclones, cada vez más frecuentes en la región. Si bien esto supone una leve mejoría en las condiciones higiénicas y estas tiendas están bien equipadas, no son hospitales3.
Esta realidad vulnera los derechos de las mujeres en un proceso tan delicado como el parto y reduce su capacidad de resiliencia frente a emergencias climáticas4, no solo por las condiciones higiénicas que ponen en grave riesgo sus vidas, sino porque facilita que se den otras violencias obstétricas faltando así a su dignidad como personas. Si bien estas realidades ya son alarmantes en sí mismas, no hay que olvidar las fases previas y posteriores al alumbramiento: 27 de cada 100 mujeres malgaches no tiene control sobre su planificación familiar ni reciben formación en salud sexual y reproductiva5.
Con respecto al posparto, más de 4 de cada 100 niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años. Además, 1 de cada 4 nacen con problemas de malnutrición derivados del estado nutricional de sus madres y el 47% de los y las menores de 5 años sufren retraso del crecimiento. Por todo ello, surge el Centro de Atención Integral a la Mujer (CAIF) donde desarrollamos el Programa de los 1000 días. A través de este, se busca potenciar la autonomía y el empoderamiento de la mujer a través de la lucha contra la malnutrición de estas y de sus criaturas: los primeros mil días son el tiempo que necesita el cuerpo para desarrollarse física y cognitivamente.
¿Nos ayudas a sostener este y otros programas para generar un cambio radical frente a esta situación de injusticia? ¿Protegemos juntos/as los Derechos de las Mujeres y de la Infancia? https://aguadecoco.org/colabora/