El Día Internacional de la Madre Tierra se celebra el 22 de abril para concientizar sobre la importancia de proteger nuestro planeta. La Madre Tierra es el hogar de millones de seres vivos y es nuestra responsabilidad cuidarla y preservarla para las futuras generaciones. Es un día para reflexionar sobre nuestros hábitos, acciones diarias y cómo estas afectan al medio ambiente. En este día, es importante recordar que cada uno de nosotros puede marcar la diferencia con pequeños-grandes gestos: desde reducir el consumo de plástico o energía hasta apoyar iniciativas que buscan proteger la biodiversidad. Además, debemos exigir a nuestros líderes políticos y empresariales que tomen medidas concretas para proteger el medio ambiente y combatir la emergencia climática.
En esta línea, queremos igualmente invitarte a repensar sobre tus privilegios ya que no todas las personas se ven o se van a ver afectadas del mismo modo por las consecuencias de la crisis climática. Madagascar es uno de los países más vulnerables al cambio climático debido a su posición geográfica y su dependencia de los recursos naturales. La isla ya ha experimentado un aumento de la temperatura promedio, una disminución de las precipitaciones y un aumento del nivel del mar. Estos cambios climáticos están afectando a la economía y a la subsistencia de las personas que dependen de la agricultura, la pesca y el turismo: la mayoría de los y las malgaches viven en zonas rurales y dependen directamente de la tierra para su subsistencia. De hecho, la agricultura es la principal actividad económica del país y la mayoría de los cultivos se producen en pequeñas parcelas familiares. Esta forma de vida ha llevado a una estrecha relación con la tierra y un gran respeto por la naturaleza.
Por otro lado, el aumento de la temperatura ha llevado a sequías y los ciclones y las tormentas tropicales son cada vez más frecuentes y más intensos, como el ciclón Freddy que ha devastado
numerosas regiones a principios de marzo de 2023. Estos fenómenos meteorológicos causan inundaciones, deslizamientos de tierra y daños en infraestructuras, dejando en la calle a numerosas
familias. El aumento del nivel del mar ha afectado a las comunidades costeras, causando la erosión de las playas y la intrusión de agua salada en las tierras de cultivo.
Madagascar tiene una larga historia de prácticas de conservación de la naturaleza. Por ejemplo, las comunidades costeras han establecido autorestricciones sobre la pesca en ciertas áreas para permitir que los
peces se reproduzcan y evitar la sobrepesca. También existen tabúes sobre la caza de ciertas especies animales, como los lémures, que son sagrados para muchas comunidades locales.Por ello, hoy queremos lanzar un recordatorio de que nuestro planeta es un recurso finito y que todos tenemos la responsabilidad de cuidarlo. Debemos trabajar juntos/as para proteger la biodiversidad, reducir la contaminación y luchar contra el cambio climático. Solo así podremos garantizar un futuro sostenible e igualitarios para nosotros y para las futuras generaciones.