El cese de actividades actividades como consecuencia de la pandemia del covid-19 en Madagascar no ha logrado frenar el aumento de los niveles de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero causado por las actividades humanas y que persiste en la atmósfera.
Las consecuencias del cambio climático siguen siendo preocupantes en la región sur de Madagascar, tanto a nivel humano como ecológico. Para contribuir a la mitigación de los efectos de cambio climático tales como el aumento de la temperatura, la ong Bel Avenir, contraparte de Agua de Coco en Madagascar, organiza de manera periódica una actividad reforestación de manglares en la reserva de Tsingoritelo, cerca de Toliara. El 25 de noviembre, los jóvenes integrantes de la Malagasy Marchin Band junto con los empleados de bel Avenir plantaron miles de brotes de manglares (Rhizophora mangle).
Los manglares han sido subestimados durante mucho tiempo, pero hoy en día se ha descubierto la enorme riqueza de este tipo de ecosistemas, y que albergan gran cantidad de especies marinas como cangrejos, peces, ostras, etc. y ejercen de barrera natural frente a las tormetas para las costas, al mismo tiempo que portegen de la erosión del suelo. Esta actividad de plantación masiva de plantones de manglar tiene como objetivo la regeneración y el crecimiento de la zona de manglares de Tsingoritel, así como la conservación del ecosistema marino en el sur de Madagascar.
La conservación de la zona de Manglares de Tsingoritelo se desarrolla gracias al apoyo de Parque de la Ciencia de Granada.