Postre muy típico de Camboya. Las medidas podrían no ser del todo exactas, pero se aproximan bastante a las que se necesitan para obtener una buena cantidad de bolitas.
Para el relleno:
Necesitas un 1 kg de judías mungo, también llamadas “soja verde” (cómpralas ya preparadas para cocinar, sin piel). Ponlas en remojo en agua templada durante dos horas. Cuando haya pasado ese tiempo, lávalas un par de veces y escúrrelas. Cocina las judías al vapor hasta que queden blandas y déjalas que se enfrien. Una vez enfriadas, añade media cucharadita de sal y una entera de azúcar. Aplasta las judías y remueve hasta conseguir una mezcla homogénea. Cuando tengas lista la pasta de judías, coge un poco con una cucharilla, haz una bola y, con la bola, un rollito. Haz rollitos con toda la pasta hasta que se acabe.
Para la masa:
En un bowl, vierte un paquete de 500 gr de polvo de arroz pastoso (como el que se usa para el sushi). Añade poco a poco dos medias tazas de agua, sin dejar de remover, hasta conseguir una mezcla homogénea y suave. Cuando tengas lista la masa, coge un poco con una cucharilla, haz una bola y aplástala en la palma de la mano. Coge un rollito de pasta de judías, colócalo en el centro y cúbrelo con la masa, formando una bola con la pasta dentro. Haz lo mismo hasta que se acabe la masa.
Hierve agua en una cacerola y echa las bolitas rellenas. Déjalas hervir hasta que “floten” y, una vez las veas en la superficie, cuenta 5 minutos más para que el arroz se haga del todo. Llegado este punto, quitálas del fuego y ponlas en agua fría para añadirles luego el almíbar de coco.
Para el almíbar de coco:
1 lata de crema de coco
1 lata de agua (usa la lata de crema de coco como medida)
1 taza de azúcar blanco
1/2 taza de azúcar moreno
¼ cucharilla de sal
Semillas de sésamo tostadas para decorar
Vierte la crema de coco, el agua, el azúcar y la sal en una cacerola y calienta la mezcla a fuego lento hasta que rompa a hervir. Apaga el fuego y deja que el almíbar se enfríe.
Cuando las bolitas se hayan enfriado, añádeles el almíbar de coco. Cuando vayas a servirlas, échales por encima las semillas de sésamo. Puedes calentar un poco las bolitas antes de servirlas para que el sabor del almíbar de coco sea más intenso.
¿Quién dijo que las legumbres no se pueden comer de postre?
Mmmmm…
¡Más legumbres!