El pasado 23 de agosto se celebró en Anjamalange (Madagascar) la ceremonia en la que los habitantes de la comunidad han mostrado su rechazo al matrimonio de menores de 18 años y han mostrado su compromiso con la escolarización de los menores hasta finalizar la etapa de primaria.
Durante el acto se leyó la declaración de compromiso de la comunidad en la que se establece que “Los padres que concierten un matrimonio temprano a sus hijos menores de 18 años quedan sujetos a una multa debiendo pagar un cebú”. A su vez, si una menor queda embarazada, en el caso de que el padre del futuro hijo no sea independiente, serán los tutores legales de la menor quienes deberán hacerse cargo de ella”. Al mismo tiempo, se debe asegurar que la menor retome sus estudios, haciéndose cargo de los gastos vinculados a esta” durante su horario escolar. Los padres que permitan que sus hijos abandonen la escuela serán multados con una sanción de 30.000 ariaris.
De acuerdo con la tradición local, durante la ceremonia se mató a un cebú y se repartió su carne entre los vecinos asistentes. Según declara Rhudy Fisainanarimanga Santos miembro de la organización SOS Village d’enfants, organización encargada de llevar a cabo esta iniciativa, “Además de esta ceremonia, hemos implementados muchas otras acciones, entre ellas, varias sesiones de sensibilización, con el fin de lograr lo acordado durante la ceremonia.