El Ayuntamiento de Gijón colabora con el proyecto NAMANA

La ONU ha declarado la Década de la Acción, 10 años para la consecución de la Agenda 2030 y los ODS, sin dejar a nadie atrás, estando todos implicados en su éxito. También y sobre todo los y las más jóvenes, motor del cambio hoy para conseguir un mundo mejor y más justo.

La Agenda 2030 es una herramienta que contribuye a la resolución de los problemas actuales y mundiales, por ello el proyecto Namana (amigo en malgache) ha incorporado los ODS como eje central de su intervención desde hace tres años, aprovechando los hermanamientos con escuelas de Madagascar como vía de conocer cómo se enfrenta cada estudiante a los retos comunes.

La intervención a través de Namana puede incorporarse al currículum del centro educativo, contribuyendo así al desarrollo de cada uno de los y las estudiantes, ampliando su visión del mundo: relacionar los ODS con sus conocimientos diarios con el fin de promover una educación basada en derechos humanos y valores, de vital importancia en la enseñanza-aprendizaje. Además, los y las menores son el futuro de nuestra sociedad y del planeta tierra, y hay que llevar a cabo un plan de desarrollo para velar y cuidar de ella, teniendo en cuenta las sociedades venideras, los habitantes y seres vivos, sus ecosistemas y medio ambiente.

Namana se enmarca como un proyecto de educación para el desarrollo cuyo principal objetivo es crear conciencia sobre las realidades de diferentes regiones del mundo. El intercambio entre estudiantes de uno y otro país favorece una visión crítica en el alumnado, respeto por otras culturas, conocimiento para un mayor cuidado de nuestro medioambiente y entorno, ampliar una perspectiva intergeneracional, promover la solidaridad e incitar a una implicación personal en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el día a día del alumnado y profesorado. Los talleres están dirigidos a los niveles de primaria y secundaria. Namana pretende, además, dar una imagen positiva de los países del Sur y romper con la imagen de pobreza a la que fácilmente se les asocia.

 El proyecto presentado responde desde los ODS a los problemas diarios y locales y los conecta con los acontecimientos mundiales y la urgente necesidad de actuar frente a ellos desde la búsqueda de la paz, la igualdad, la libertad, la solidaridad y los desafíos a los que nos estamos enfrentando actualmente.

Con este plan educativo se empodera a los niños, niñas y adolescentes desde el conocimiento, siendo agentes de cambio desde las actividades planteadas, y las que se pueden crear tanto a corto como a largo plazo en los colegios y centros educativos; poniéndolas en práctica con sus iguales, siendo proyectores del cambio en sus redes sociales, familias y, sobre todo, cómo ellos llegan a tener un compromiso social desde un ámbito local hacia el mundo que les rodea; desarrollando el potencial humano y transformador que hay en cada uno de ellos y ellas.