Proporcionamos calzado a los y las estudiantes más desfavorecidos, en dos de las 15 escuelas con las que trabajamos. Nuestro objetivo es motivar a los y las estudiantes a ir a la escuela y reducir la tasa de abandono escolar, que aún sigue siendo muy elevada.

La mayoría de los padres y madres que deciden llevar a sus hijos al colegio, están luchando económicamente, descuidando otros aspectos, para poder comprar el material escolar necesario, y los uniformes escolares. Los zapatos están entre sus últimas prioridades. 

Por ello, y aunque apostamos por que un niño o niña pueda recibir una educación con o sin zapatos, creemos que el calzado juega un papel importante a la hora de mantener a los niños sanos y, por lo tanto, en el aumento de sus oportunidades para un futuro mejor.