Namana en el Día Mundial de la Paz. El proyecto Namana fomenta la paz mundial, porque creemos necesario trabajar los valores desde la más temprana edad para que los niños y niñas se comprometan a realizar acciones individuales y colectivas que contribuyan a alcanzar la paz mundial. La paz es una construcción social en la que todas las personas debemos participar promoviendo comportamientos en su favor tanto individuales como colectivos.
El día 29 de enero, Agua de Coco celebró en varios centros Namana este día, proponiendo la actividad » La espiral de la paz». Esta actividad consiste en la realización de una espiral de la paz inspirada en el manifiesto 2000 de la UNESCO. El manifiesto consta de seis vías para la paz (respetar todas las vidas, rechazar la violencia, liberar su generosidad, escuchar para comprenderse, preservar el planeta y reinventar la solidaridad). E insta a todas las personas del mundo a nivel individual a comprometerse con estas vías.
El colegio Miramadrid de Paracuellos de Jarama de Madrid, ha sido uno de los centros Namana donde han realizado la actividad. Han hecho una maravillosa versión de lo que desde Namana les hemos propuesto. Unas 2000 personas del centro, entre alumnado y profesorado han realizado los caminos para la paz que culminaron en una gran espiral humana, hacemos un resumen de lo que el centro nos ha contado de cómo lo han hecho:
En primer lugar, el alumnado de cada curso juntó todas sus fuerzas a favor del desarrollo de acciones para mejorar cada una de las vías que se les han asignado en función de la letra de su curso. De esta forma, se construyó una espiral de siete puntas representando a los seis principios de la paz mencionados en el manifiesto de la Unesco, con una séptima vía que se deja libre a la imaginación del alumnado y ¡Qué buena elección hicieron los alumnos de la ESO! Tuvieron la genial idea de representar en la espiral la empatía, como último fundamento de la paz.
Para alcanzar los objetivos de esta actividad, se entregó a cada alumno y alumna un carné que les convertía en «Constructores de un mundo mejor», en el que tres personas (padre o madre, profesorado y amigos o amigas), debían certificar con su firma que el alumno o alumna se había esforzado en la consecución de su logro.
Como broche final, se formó una gran espiral de los colores del arcoíris (cada color tenía asignada una vía para la Paz) en el patio del centro en la que cada una de sus puntas representaba los diferentes principios de la paz. Nos han enviado este video para que veamos cómo lo hicieron: ver video
¡Enhorabuena Namanas del colegio Miramadrid!, un momento muy emotivo en el que más de 2000 personas se unieron con el fin de adoptar actitudes, valores y comportamientos que fomenten la cultura de paz.