“Es importante enviar a un niño al colegio lo antes posible porque su nivel educativo será diferente al de los que van a la edad normal. Si un niño empieza a ir a la escuela a los 6 años y otro a los 2 años y medio, este último tiene más motivación para estudiar que el primero. Es competente, está motivado y realmente tiene ganas de estudiar”. Madame Helène, profesora de la Escuela de Las Salinas en Tulear (Madagascar), insiste en la importancia de que la población joven reciba una educación desde edades muy tempranas.
Los datos del titular, extraídos del Instituto de Estadística de la UNESCO, ponen de manifiesto la necesidad de que gobiernos, instituciones y organizaciones trabajemos para garantizar una educación de calidad y la posibilidad de aprendizaje para todo el mundo a lo largo de la vida dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, hoja de ruta de Naciones Unidas dentro de la Agenda 2030.
Facilitar el acceso a la escuela, apoyar a estudiantes a través de becas y material escolar, asegurar la correcta nutrición del alumnado, así como actividades de ocio y tiempo libre interesantes y educativas son ingredientes esenciales para lograr un descenso de las tasas de analfabetismo en los países empobrecidos. Por ello, el lema de la UNESCO para el próximo Día Internacional de la Alfabetización, que se celebrará el 8 de septiembre, es “Leer el pasado, escribir el futuro” que pone de manifiesto la importancia de la educación para asegurar un futuro de calidad a las personas.
La tasa de alfabetización de Madagascar, uno de los países en los que trabaja Agua de Coco, es del 65%, y cuenta con una inversión de apenas 2,1% del PIB en educación, según el Banco Mundial. Solo el 24% de los jóvenes están matriculados en alguna escuela de secundaria, siendo la tasa de trabajo infantil del 28%. La población joven tiene graves dificultades para acceder a la educación: el trabajo infantil, la escasez de escuelas, la lejanía en las zonas rurales o los problemas de salud y la falta de concentración debido a la malnutrición, son parte de las causas.
Camboya, el otro país donde la ONG trabaja, muestra datos más alentadores generación tras generación y en la última década porque está viviendo un rápido progreso gracias a los cambios políticos. Actualmente, el 73% de las personas adultas están alfabetizadas y la tasa de alfabetización entre los jóvenes entre 15 y 24 años es del 86%.
La sensibilización de los entornos familiares acerca de la importancia de la educación de hijas e hijos hoy para que puedan acceder a mejores oportunidades y tengan más recursos para vivir y apoyar a sus familias, es esencial en ambos países. También lo es una mayor concienciación sobre la importancia de actuar hoy para tener un mañana con una mayor igualdad y justicia social.
Nuestra campaña de escolarización “Escolarizando, que es futuro” insiste en la responsabilidad de apoyar esos procesos de escolarización hoy para construir ese mañana, a la vez que busca apoyos para escolarizar a los 1800 niñas y niños que anualmente van al colegio en las comunidades con las que trabajamos en Madagascar y Camboya. Con 10€ se pueden cubrir los gastos derivados de la escolarización de un niño o niña durante un año.
Durante la campaña, llevaremos a cabo varias acciones: actividades de sensibilización en las que también habrá venta de artesanía de los dos países y venta de rifa solidaria, en la que se sortea un viaje a Madagascar para dos personas.