Estamos de reformas en uno de nuestros centros de la Granja Escuela de Fianarantsoa. Estas obras son una excelente oportunidad para el alumnado que sigue la formación en albañilería y construcción para poder llevar a la práctica la teoría que se les están facilitando durante las clases. Siempre reciben la asistencia de personal cualificado para darles consejos y enseñarles los trucos de la profesión. De esta forma todos ganan. Los trabajos están bien hechos, con rapidez y buen ambiente, y los alumnos y alumnas lo pasan muy bien mientras siguen aprendiendo.
Esta es la forma en la que trabajamos cuando se trata de formaciones profesionales en Madagascar.
Por ejemplo, ¿sabías que los y las estudiantes que ahora se benefician de las formaciones de agricultura y ganadería tienen a disposición un jardín botánico, campos y rebaños y que disponen de parcelas para aplicar lo que ha aprendido acerca de su propia cultura?
¿Y que los que siguen la formación activa en ecoturismo participan en las actividades del Hôtel Solidaire Mangily para aprender y poner en práctica el concepto de solidaridad y turismo sostenible?
La finalidad de estos proyectos de desarrollo integral es la formación y preparación de los y las jóvenes para su inserción en la vida laboral malgache, a través del aprendizaje y de la capacitación de un oficio digno y de unos conocimientos higiénicos y sanitarios necesarios para desenvolverse de forma autónoma en la vida diaria.
Nos sentimos muy orgullosas de poner en marcha estas formaciones profesionales en las que, desde 2014, se benefician cada año unas 120 personas (unas 40 personas en Mangily y 80 en Fianarantsoa), sobre todo adolescentes en riesgo de pobreza extrema y exclusión. Y especialmente, de que podemos diseñar y desarrollar estas formaciones de una forma que tenga sentido, es decir de forma práctica, concreta, sostenible, positiva, constructiva y…¡siempre con buen ambiente de trabajo!