Buenos días Madame Vola. ¿Podrías contarnos por qué y cómo se creó Bel Avenir?

La provincia de Tuléar es una de las regiones más pobres de Madagascar y las crisis económicas y políticas que atraviesa mi país desde siempre siguen empeorando esta situación. En Tuléar y en otras regiones se nota esta situación por el aumento del abandono escolar. De hecho, me daba cuenta de que las familias obligaban a los niños y niñas a hacer trabajos físicos (recoger basura, ir a buscar agua a las fuentes públicas, etc) con el fin de aumentar los ingresos de la familia. Desde entonces, entendí que tenía que proteger estas nuevas generaciones alentándolas y ayudándolas a estudiar mientras apoyábamos a sus familias. Este sueño se hizo realidad cuando encontré a José Luis que me ayudó a crear este proyecto que hoy es Bel Avenir.

¿Cómo es la ONG a día de hoy?

Después de un largo camino y de haber trabajado duro, puedo decir que hoy Bel Avenir está llegando a tomar unas dimensiones que no habíamos esperado ni imaginado al principio.

Hoy, no nos limitamos solo a educar a niños y niñas. Sino que por una parte se ha apostado por la educación de los jóvenes en el ámbito profesional y en el arte. Por otra parte, por la salud de nuestros beneficiarios y beneficiarias para que puedan llegar a alcanzar sus sueños sin obstáculos. Y por último, hemos  tomado consciencia de que el entorno en el que vivimos está en constante cambio, así que debemos cuidarlo y salvaguardarlo lo mejor posible.

Actualmente, ponemos toda la carne en el asador para que nuestro lema pueda ser comprendido por todo el mundo y, sobre todo, para que se pueda realizar. Para lograr este objetivo, contamos con nuestro equipo y nuestros colaboradores y colaboradoras. Además, queremos empezar a colaborar con más instituciones locales como el Hospital de Tulear. Esta colaboración puede ser muy beneficiosa en cuanto a las consultas, medicaciones, etc. Se me ocurrió que esta colaboración podía ser interesante cuando la epidemia de sarampión afectó a casi la mitad de nuestros beneficiarios y beneficiarias.

¿Te parece que la existencia de Bel Avenir es importante para la gente malgache ?

¡Por supuesto! Esta organización es muy  importante para la gente de Tulear, sobre todo para las personas que benefician de nuestros proyectos: los y las jóvenes del Centro de Arte y Música, las chicas de la residencia, el alumnado de nuestras escuelas y de nuestros centros de educación nutricional (CENUT), etc. Ofrecemos gran parte de lo que necesitan para mejorar su vida cotidiana.

¿Cuáles son las cosas positivas que extraes de tu trabajo en Bel Avenir?

Desde que Bel Avenir existe puedo compartir mi alegría y mi deseo de cambiar las cosas con la gente cercana a mi.

Como yo también soy madre de familia, entiendo que la vida puede ser muy dura. Me preocupo por el futuro de estos niños y niñas que tienen necesidades pero sé también que, si se rodean de buena gente y con una ayuda adecuada, podrán superar muchas dificultades.

Por ello decidí dirigir la Malagasy Gospel. Este grupo de jóvenes canta con pasión y dedicación, y con ellas he podido transmitir mi pasión por el canto.

De manera recíproca, también estoy aprendiendo mucho. He podido adquirir la facultad de comunicarme con personas con discapacidades, dado que la Malagasy Gospel solía ser un grupo compuesto de personas principalmente ciegas. Desafortunadamente, hoy en día muchos de estos cantantes se fueron por razones familiares, menos Haris, al que solemos llamar nuestro “protegido”, y que también es el solista del grupo.

¿Que esperas por parte de los beneficiarios y beneficiarias? ¿Cuáles son tus esperanzas?

Mientras son jóvenes, nos gustaría que puedan centrarse en sus estudios. En realidad, los últimos 25 años, me he ido dando cuenta de que pocas familias participaban en el seguimiento escolar de sus niños y niñas.Con la idea de producir un cambio en este sentido, hemos organizado visitas y reuniones con los padres y madres. Y esta iniciativa a dado sus frutos.

Y cuando terminen sus estudios, me gustaría que puedan servir de ejemplo para las nuevas generaciones. Me gustaría que pudieran transmitirles su experiencia y sus consejos.

¿Cómo crees que será Bel Avenir dentro de 25 años?

Me gusta comparar Bel Avenir con una oruga, que poquito a poco se convertirá en una preciosa mariposa. Este mariposa tendrá la capacidad de difundir la felicidad no solo en Tuléar sino también en otras regiones de Madagascar, reduciendo a cero la tasa de trabajo infantil como indica nuestra lema: “La educación como motor de desarrollo”.

 

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